LLUVIA SOBRE MOJADO
"Le habían herido a comienzos de la batalla de La Granja de San Ildefonso. Una bala le había atravesado el hombro, y cuando todavía no estaba recuperado enfermó de tifus. Llegó a estar muy grave. Dice que me tenía siempre presente recordando mi imagen, sobretodo mis ojos mirándole a él y de todo lo que nos habíamos contado aquel día en Barcelona… Eso, y las ganas de volverme a ver y poderme abrazar de nuevo, le generaba fortaleza y le alentaba a seguir luchando para salir victorioso de aquella batalla entre la vida y la muerte. Yo, le escuchaba absolutamente embobada, puesto que compartía totalmente su anhelo. Me gustaba tanto escuchar de su boca aquellas preciosas frases, que iba recitando poco a poco; como música de violines… Como si las tuviera guardadas en un espacio de su corazón para cuando fuera el momento de sacarlas por la boca. Había deseado tanto aquel momento y había sufrido tanto pensando que nunca se haría realidad. Ahora estaba allí, conmigo, débil de cu