LLUVIA SOBRE MOJADO




 "Le habían herido a comienzos de la batalla de La Granja de San Ildefonso. Una bala le había atravesado el hombro, y cuando todavía no estaba recuperado enfermó de tifus. Llegó a estar muy grave. Dice que me tenía siempre presente recordando mi imagen, sobretodo mis ojos mirándole a él y de todo lo que nos habíamos contado aquel día en Barcelona… Eso, y las ganas de volverme a ver y poderme abrazar de nuevo, le generaba fortaleza y le alentaba a seguir luchando para salir victorioso de aquella batalla entre la vida y la muerte. Yo, le escuchaba absolutamente embobada, puesto que compartía totalmente su anhelo. Me gustaba tanto escuchar de su boca aquellas preciosas frases, que iba recitando poco a poco; como música de violines… Como si las tuviera guardadas en un espacio de su corazón para cuando fuera el momento de sacarlas por la boca. Había deseado tanto aquel momento y había sufrido tanto pensando que nunca se haría realidad. Ahora estaba allí, conmigo, débil de cuerpo pero grandioso y fuerte de espíritu. Quería creer que su fuerza nos protegería a los dos de cualquier mal. Únicamente quería centrar mis pensamientos en cosas buenas y alejar de mi mente las pesadillas de todas las noches. Cuando pienso en aquel maravilloso momento de nuestro reencuentro, todavía me viene una sonrisa de dulce felicidad, a la vez que una emoción muy intensa.

  Todo pasa y todo queda… Cuanta razón tenía el poeta.
  Me pidió que le acercara su mochila; me dijo que la abriera, y de su interior, él mismo sacó un sobre que contenía aquellas fotos que nos había hecho Endre, aquel fotógrafo que nos encontramos en Barcelona. Casualmente se lo había encontrado en el frente de Guadalajara, cumpliendo con su trabajo de reportero de guerra. Me quedé ensimismada y maravillada; eran unas fotografías tan preciosas… Éramos tan jóvenes, tan tiernos, tan guapos… Entonces todavía éramos solo unos ilusos idealistas que sabíamos muy poco de la vida y de las miserias de este mundo. En nuestro rostro no se podía vislumbrar todavía ningún rastro de aquel inmenso sufrimiento que más adelante sacudiría nuestras vidas. Mirando aquellas fotografías lo tuve claro: teníamos que vivir el momento y disfrutar de cada minuto y de cada segundo de nuestras vidas. Ahora estábamos juntos, y éramos amos absolutos de nuestro presente. Había que aprovecharlo, porqué no sabíamos qué nos depararía el futuro. Ni siquiera si nos llegaría a visitar aquel, para nosotros, tan enrarecido e incierto futuro..."

Fragmento de la novela LLUVIA SOBRE MOJADO, traducción de: PLUJA SOBRE TERRA MOLLA, galardonada con el XXXI Premi de Narrativa Ribera d'Ebre, que podrá encontrarse próximamente sólo en la tienda de Amazon, en formato libro de tapa blanda.

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